lunes, 23 de marzo de 2009

Está lloviendo...


...Y no puedo dejar de pensar en tí.
Te imagino como la lluvia,
fuerte y ligera,
penetrante y fría.

Y yo, como la tierra,
fértil y sedienta,
esperando revivir.

Cuando las gotas de lluvia caen,
precipitándose sobre la tierra
que la espera, como la novia al novio enamorado,
el olor a tierra mojada inunda los sentidos,
los envuelve y satura,
produciendo en ella humedad y plenitud.

La tierra es alimentada para dar vida
al fruto fecundado,
por el hombre-lluvia
que la hace suya.

Así tu colmas mi vida:
Para no dejar morir el sentimiento
que me une a tí.

La lluvia me recuerda, que tú
le das VIDA a mi vida.
MD:

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