domingo, 17 de mayo de 2009
El hilo imaginario...
En silencio mis ojos te buscan torpemente,
igual que mis manos...
Porque tienen mucho que explorar y el tiempo es corto.
Te doy un beso en la frente, en los labios...
Acaricio tu cuello y tu pecho.
A tu lado me siento segura y cómoda...
Nos miramos...
Midiéndonos el uno al otro,
entonces, se inicia el juego interminable
de los que buscan amarse sin muchos adornos
en el proceder y la palabra.
No hay cabida para la razón, la cordura y el cuidado.
Me conduces a tu lecho y allí todo comienza a girar
alrededor nuestro.
Nada puede detenernos, ni la luz, ni la lluvia, ni los
ruidos provenientes de la calle.
Todo se paraliza por un segundo.
Para la entrega simple y profunda.
Y sucede el Paroxismo: La unión de dos almas que
se buscan y se encuentran para tocarse lévemente y
seguir sus caminos más plenos y renovados.
Porque más allá de dos cuerpos que se entregan,
estan dos almas que se reconocen y se entrelazan
por el hilo imaginario del corazón y el ser,
En ese preciso momento se dan cuenta de que
también son Humanos.
MD.
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