domingo, 31 de mayo de 2009
Perdón...
Ayúdame, ayúdame, ayúdame...
Dale consuelo a mi corazón
que se desangra.
Porque es inminente la ausencia
y el dolor, toca mi puerta
de manera insistente.
No quiero dejarle entrar,
porque no quedará nada de mí...
¡No quiero morirme por dentro!.
No quiero ser como muchos,
que trás una gran pérdida se
convierten en piedra, sin sentimientos...
Vacíos, secos...
Fuí amada, quizá, demasiado.
Y ese amor, logró protegerme,
del dolor, que muchas veces ví de frente, pero nunca
me hizo tanto daño!.
Le tengo miedo a la vida,
a la gente,
sobre todo a aquélla que
puede entrar en mi corazón y devorarlo...
Señor...
Perdóname, perdóname, perdóname...
MD.
Etiquetas:
poema de amor
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