lunes, 8 de febrero de 2010

Maestro...


Mi amigo,mi amor...

Eterno amante.

Me dejaste amar lo que eres,
me mostraste tu corazón,
tus anhelos y sueños.

Me sumergí en tus aguas,
al vaivén de tu tiempo y
tus deseos.

Querías conocerme y
yo lo permití y hoy,
me siento expuesta, vulnerable y débil.

Es fácil para tí,
advertir sobre lo que no quieres
que pase.

Es imposible parar una ilusión,
porque, somos humanos;
no máquinas, y el instinto
nos empuja hacia aquello
que anhelamos,que amamos,
que necesitamos.

Convirtiéndose en un sentimiento
intenso, hermoso y liberador.

Me enseñaste a sentir, a abrirme sin temor,
a exteriorizar mis más íntimos deseos, y ahora,
tengo miedo de mi, porque los sentimientos
controlan mi vida, haciéndome blanco
fácil de aquellos a quienes amo.

Aún no he lagrado entender tu forma de amar.

Sé que es conveniente, práctico y funciona para tí.
Pero, no he llegado a tu nivel. Por eso mi
amor es más ingenuo, quizá...

¿Qué es poco ó mucho? Es posible...
Es claro, fuerte y noble.
Es algo que no puede medirse, porque abarca todo,
aunque se concentre sólo...

...en una lágrima.
MD.

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