Mi soledad visita mis espacios. Se instala, se acomoda suavemente en mi sofá.
provoca en mí pensamientos antagónicos de amor y odio, emoción y temor...
A menudo me apoyo en su hombro. Me consuela, me entiende, limpia mis heridas
y me hace sonreir... es como una mueca de ironía: Triste o alegre, según la condición
en que se encuentre en el día.
Yo la disfruto o me disgusto, es mi ángel o verdugo; me resguarda ó me aniquila...
Sentimiento que te salva y te devora, que te alienta y desmorona.
Que no se quede a mi lado, ser tan caprichoso. ¡Qué siga su rumbo!...
Quiero vivir de nuevo, bailar un bals, soñar un cielo, morir ó amar.
MD.
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