miércoles, 10 de junio de 2009
No morir...
¡No me ames!,
no se te ocurra sentir afecto por mí...
Sigue como hasta ahora:
Evitando una palabra amable, un beso tierno,
una caricia que permanezca mucho tiempo
en la piel.
¡No me extrañes!,
porque yo a tí no te echo en falta,
sólo te necesito, a veces...
Y cuando me lleno de tí,
sigo mi vida como si nada,
como si fueses un recuerdo lejano...
¡No me sueñes!,
Porque el sueño crea la absurda
ilusión de una mentira
que se vuelve realidad...
¡No mueras por mí!,
Porque, sí fuese de ese modo,
debía elegir a quién partirle
el corazón...
Deja que yo cargue con mi amor,
mis nostalgias, mis sueños locos
y sobre todo...
Deja que yo,
mate lo que siento,
en el momento en que me sienta
preparada, para poder recomponer mi vida,
para hacer lo que me ha sido
encomendado.
Sólo... que no quiero sufrir
aún esa agonía.
Espera...
Déjame amarte un poco más,
mientras el tiempo
esté de nuestro lado.
Etiquetas:
certezas
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