miércoles, 1 de octubre de 2008

Ven....


Ven...
Aquí te espero...
Despojada de ropas, de pasado.
Con la mente abierta y el alma desnuda
para darte mi futuro.

Ven...
Porque el tiempo implacable
viene, va y desaparece, dejándonos
con las manos llenas de caricias
que ya no se pueden otorgar.

Y el amor, se siente por momentos,
apasionado y fuerte; tímido y sigiloso
como un niño; aunque intangible y callado
como un suspiro.

Ven Amor...
Que no tuve yo la culpa de amarte,
de sentir felicidad al mirarme en tus
ojos.

Ven Cariño...
Que todavía no llega el fin
y puedo darte aún
lo que queda de mí.
MD.

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