miércoles, 22 de octubre de 2008

El aroma del Café


Eres como el aroma del café en la mañana,
embriagador,agradable y adictivo.
Al despertar y sentir tu ausencia
en mi cama, siento abandono, siento nostalgia,
(aunque sé, que estas en la cocina preparando el
café)...
Nostalgia de aquellos días, no hace mucho,
cuando estando separados por trabajo, hacíamos lo imposible por vernos en cualquier sitio, para amarnos.
No sé en qué momento, de tanto andar, me perdí en el camino.
Me olvidé de esas pequeñas cosas que nos mantienen
unidos.
Dejé que el paisaje por donde caminaba me deslumbrara y no percibí que me alejaba poco a poco de lo importante: Las pequeñas-grandes cosas que nos unen:
La palabra empeñada de cuidarnos mutuamente,
Tu disposición de cuidar de Ale y de mí, siempre,
La voluntad de comernos las verdes y soñar con las maduras,
tu sonrisa que llena de luz nuestra casa,
tu paciencia ante mi terquedad,
tu ternura ante mi reconcomio,
tu mirada de entrega ante mi indiferencia,
tu optimismo en los momentos difíciles,
siendo la columna mas fuerte que sostiene nuestra
familia,
tu lucha que no cesa, para darnos un mejor futuro,
El no esperar nada y darlo TODO...
Has sido en mi vida mucho más de lo que yo
hubiera creído,
Ojalá, yo sea para tí
Esa mujer extraordinaria,
que como hombre extraordinario, eres Tú
para mí.
No sé cuántas mujeres del mundo son
tan bendecidas como yo,
con un cafecito en la mañana.
Sólo sé que el mío me lo tomo a
sorbitos.
MD.

1 comentario:

Lluvia dijo...

Y es que las cosas buenas hay que tomarlas asi, con calma, a sorbitos, para saborear su belleza y autenticidad.